jueves, 15 de junio de 2017

Supresion de los vestigios franquistas en las unidades del Ejercito





Buenos días
El Blog de los generales es un blog realmente interesante donde una serie de magnificas personalidad que alcanzaron el generalato han puesto su enorme inteligencia, fuerza y patriotismo al servicio de una España que se niega a perecer.
En el dia de hoy una de las entradas, todas son excelentes
https://generaldavila.com/2017/06/14/ley-de-memoria-historica-vaya-tropa-general-de-division-rafael-davila-alvarez-r/comment-page-1/#comment-10916 

 un comentario ha llamado poderosamente mi atención por su inteligente exposición de hechos y su claridad expositora, creo que  es de ley, por lo bueno que es y por lo reglamentario de su contenido, que se lea detenidamente y a ser posible se publicite.
A la vista esta, no hay mas que mirar las fechaas, que hay muchos españoles sensatos, esta vez de uniforme, que levantaron la voz en defensa de España y su historia.
Saludos


Lorenzo Fernandez Navarro de los Panos Alvarez de Miranda |

El 26 de diciembre del 2007 entraba en vigor la infame ley 52/2007.
El 4 de enero del 2008 todas las unidades del ET recibían un MESINCET ordenando la confección de listas con los “vestigios franquistas” que había que suprimir.
¡Había mucha prisa!…. Era algo fundamental para mejorar la operatividad de las unidades.
Cierto coronel elevó, por conducto reglamentario, un informe reservado donde alertaba al Mando de que aquella ley era un torpedo bajo la línea de flotación del Régimen Constitucional.
Aquel informe decía:
De la lectura y análisis de la Ley 52/2007 se desprende que, a pesar del prolijo circunloquio establecido en su Exposición de Motivos, la eliminación de cualquier símbolo que represente la legalidad del Estado Español antes de la promulgación de la Constitución de 1978, poco o nada tiene que ver con una “Ley por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas a favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura”
Tampoco pretende -como proclama- la reconciliación de los españoles, pues trata de establecer con rango de ley quien eran los “buenos y quien los “malos” y por ello no promueve la coexistencia de símbolos -que ya la hay- sino la supresión de los símbolos de los “malos” excepto cuando su retirada no sea posible en la que se exige el acompañamiento.
Toda la letra y el espíritu de la Ley 52/2007, trata de establecer el principio de que la única legalidad institucional es la anterior al 18 de julio de 1936.
Si entrar en detalle de tamaña falacia, conviene recordar que la promulgación de la Segunda República fue enteramente ilegal.
Ilegal o alegal en su inicio, pues las elecciones que dieron paso al cambio de Régimen, eran municipales, para determinar la composición de las Corporaciones Locales, no un plebiscito para determinar la forma del Gobierno de la Nación, ello además de que la proclamación de la Segunda República tuvo lugar antes de finalizar el escrutinio y sin tener en cuenta los resultados, por lo que no fue otra cosa que un Golpe de Estado Civil. Y en cuanto a cualquier vestigio de legalidad de ejercicio, desapareció el 11 de mayo, antes de haber transcurrido un mes de su proclamación.
El espíritu de la Ley 52/2007 de negar cualquier legalidad que no proceda de la Segunda República, es tan evidente que se encuentra por doquier, como es el caso de que tras proclamar que pretende “suprimir elementos de división entre los ciudadanos para fomentar la cohesión y solidaridad” establece el “reconocimiento singularizado de los voluntarios integrantes de las Brigadas internacionales” sin hacer lo propio con los voluntarios extranjeros del otro bando.
En definitiva, el espíritu y la letra de la tantas veces citada Ley 52/2007 no es otro que dejar sentada la base de que no hay otra Legalidad que la -según el legislador- Republicana, interrumpida el 18 de julio de 1936, y por ello, aunque formalmente cite la Constitución de 1978 y sus valores democráticos, como referencia temporal para establecer el fin de la “dictadura”, en la práctica niega la legalidad de S. M. el Rey. Tanto si se considera la Monarquía “Instaurada” como “Restaurada”, y desde luego pone también en entredicho la Constitución de 1978 en cuanto fija la forma del Estado. Porque tanto si la Monarquía fue instaurada por Franco, como si fue restaurada recogiendo su propia legitimidad dinástica, ha obviado la legalidad “anterior al 18 de Julio” pretendida por la Ley 5272007.
Lo expuesto tiene la suficiente gravedad, como para que cada Escalón de Mando en el ejercicio de sus responsabilidades, CUMPLIENDO Y HACIENDO CUMPLIR LA LEY, pero utilizando cuantas posibilidades deje la misma, procure la permanencia de unos símbolos que, además de formar parte de la auténtica MEMORIA HiSTÓRICA, son, se quiera o no, matriz del actual Ordenamiento Constitucional.
Además no debe olvidarse que, llegado el momento, la Historia de España volvería a escuchar las palabras del Senado Romano a los asesinos del otro Caudillo Viriato.
Aquello se filtró a la prensa por interés político (“nos interesa que haya tensión de cara a las elecciones generales” Zapatero a Iñaki Gabilondo dixit) y tuvo muy graves consecuencias para el autor del informe
Hoy vienen a la memoria las palabras del cantar de Mio Cid: “Rey Don Sancho, Rey Don Sancho, no dirás que no te aviso, que a la Cúpula ha llegado, un alevoso fementido.
Tiene por nombre el de Julio, y Rodríguez de apellido….
La profética advertencia, solo sirvió para que el autor del informe pueda tener hoy tranquila la conciencia.
Y ahora que cada palo aguante su vela.

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