Laureada de San Fernando y dia de Gloria

Buenos días

Hoy  es un día que recordare mientras viva, ha sido un día florido, intenso y lleno de vida en el que los ejércitos han recordado la gesta del regimiento de Caballería Alcantara y le han otorgado la máxima condecoración al valor que existe en España, la Laureada de San Fernando, Laureada que recuerda y premia  una gesta de absoluto valor y desprendimiento personal de todo un Regimiento.

Regimiento de Caballeria que perecio  defendiendo los valores patrios, al servicio de los españoles y bajo los colores de su gloriosa bandera, una  gesta que permitió salvar los restos del ejercito español en Marruecos que hubiera perecido sin la voluntad y firmeza del Regimiento Alcantara , de todos sus oficiales y soldados, desde los críos educandos de Banda hasta el aguerrido Coronel Fernando Primo de Rivera, Regimiento que perecio casi al completo para salvar a sus compañeros y que hoy por fin ha visto premiado ese enorme sacrificio con la imposición a manos del Capitan General de los Ejércitos SM el Rey de la mayor honor que se puede recibir por un hecho de armas, la Cruz Laureada de San Fernando.

Hoy a lo que quiero referirme no es al hecho de armas sino a el espíritu que se respiraba  en el acto, a la fuerza emotiva que se respiraba en la Plaza de Armas del Palacio Real  , a la emoción, casi desgaste espiritual que embargaba a los asistentes al acto, acto bello y simbolico en el que el ejército español recupero por un momento el orgullo de ser la columna vertebral de España, en el que los asistentes recordaron lo que es estar y sentirse orgullosos de ser español, en donde los uniformes se mezclaban con los trajes oscuros de los hombres y los vestidos de gala de las mujeres, todos hermanados en el recuerdo de una España perdida , de una España heroica y llena de sentido que hoy parece haberse esfumado.

En el homenaje a la España eterna que simbolizaba este acto heroico de un ejercito que se sacrificaba por el bien de España, en el que sus soldados iban a la muerte cierta tras escuchar una arenga en la que se les pedía que se sacrificaran porque España asi se lo demandaba y en la que todos a una fueron a la batalla con la fuerza que da el valor y la fe en sí mismos y en la Patria y murieron con la estrofa  del inmortal himno de Infanteria 

Nuestro anhelo es tu grandeza
que seas noble y fuerte
y por verte temida y honrada
contentos tus hijos irán a la muerte.
Y por verte temida v honrada
contentos tus hijos irán a la muerte.

 

El acto ha estado revestido de todo el esplendor y la sobriedad castrense que tanto se echa de menos hoy en dia, el Himno Nacional seguido de forma respetuosa por todos los asistentes, sin discordancias ni estridencias, los militares firmes y los civiles tan firmes como los militares, recorriendo el recinto un sentimiento ya casi olvidado, el sentimiento de ser ESPAÑOL.

 fuera, lejos, muy lejos quedaban los políticos y sus fulleras cuestiones, los secesionistas y sus mentecateces, las memeces históricas, los personajes faltos de vergüenza que han tomado al asalto España y la han destrozado, en el Patio de Armas no se veía a los políticos que sentados en sus sillas contemplaban lo que para ellos es total y absolutamente ajenos su ser, el honor, la hombría de bien, el amor a España, la decencia como bandera ,la veracidad  como forma de conducta, fuera del acto  estaban todos los vicios de la sociedad actual, dentro del Patio de armas del palacio Real hombres de bien que recordaban un hecho de armas que casi 100 años después aun pone la piel de gallina, el de todo un regimiento que se sacrificaba tras durísimos combates porque España así se lo demandaba.

 Si al caer en lucha fiera ven flotar
victoriosa la Bandera
ante esa visión postrera orgullosos morirán.
Y la Patria, al que su vida le entregó
en la frente dolorida
le devuelve agradecida el beso que recibió.

Acto de intensa emoción  en el que las Banderas de España se mezclaban con los colores de los uniformes, acto antiguo y moderno a la vez, reconocimiento de lo que España fue y de lo que debe volver a ser.

Quizá debamos darle a este Regimiento de Alcantara una Laureada por el servicio que esta mañana nos ha brindado a los españoles de bien que necesitamos que se nos recuerda lo que es España a través de sus hechos heroicos y su fuerza de voluntad y coraje.

Lo de menos ha sido la presencia del Rey y su familia, lo de menos eran las autoridades civiles que  presumían de galanura como pavor reales fuera de corral, lo realmente importante ha sido el espíritu de milicia y servicio que se respiraba en toda la Plaza de la armería del Palacio Real, alma fundamental del ser español.

 Recordemos por fin el himno que han cantado con unción miles de Españoles .a la hora de ir al combate y que representa la esencia del ser y el sentir de unos ejércitos nacidos en el seno de la madre patria y que reclaman el derecho de seguir siendo españoles

Ardor guerrero vibre en nuestras voces y de amor patrio henchido el corazón entonemos el himno Sacrosanto del deber, de la Patria y del Honor ¡Honor! De los que amor y vida te consagran escucha España, la canción guerrera canción que brota de almas que son tuyas de labios que han besado tu Bandera. De pechos que esperaron anhelantes besar la cruz aquella que formaban la enseña de la Patria y el arma con que habían de defenderla. Nuestro anhelo es tu grandeza que seas noble y fuerte. Nuestro anhelo es tu grandeza que seas noble y fuerte y por verte temida y honrada contentos tus hijos irán a la muerte. Y por verte temida v honrada contentos tus hijos irán a la muerte.		Si al caer en lucha fiera ven flotar victoriosa la Bandera ante esa visión postrera orgullosos morirán. Y la Patria, al que su vida le entregó en la frente dolorida le devuelve agradecida el beso que recibió. El esplendor de gloria de otros días tu celestial figura ha de envolver que aún te queda la fiel Infantería que, por saber morir, sabe vencer. Y volarán tus hijos ansiosos al combate tu nombre invocarán. Y la sangre enemiga en sus espadas y la española sangre derramada tu gloria y sus hazañas cantarán. Y estos soldados de tu Infantería sienten que se apodera de sus pechos con la épica nobleza y gallardía el ansia altiva de los grandes hechos te prometen ser fieles a la historia y dignos de tu honor y de tu gloria.