Buenos dias
Esta mañana como muchas otras mañanas de fin de semana y a través de internet conecte con el programa sin complejos de Esradio que dirige Luis del Pino, su editorial me ha llamado la atención por su meticulosidad y su precisión a la hora de enumerar todas y cada una de las ramplonerias que ha hecho el Presidente Rajoy a los españoles, ya sean votantes del PP o no lo sean.
Con un escalpelo dialectico de primer orden Luis del Pino ha recopilado todas las acciones politicas que debería haber acometido el Gobierno de Rajoy y que no ha hecho.
Luis del Pino ha dado un estoconazo en todo lo alto a la palabrería indecente con que Rajoy nos obsequio el otro día en la puesta en escena que hizo para convencernos que su política es la menos mala y que si en vez de estar el en Moncloa hubiera estado el psoe la cosa hubiera sido terrible para los españoles, que su politica de estrujar a los trabajadores españoles a fuerza de tasas e impuestos es la unica posible y que los españoles deberían comprender que asemejarse a un limón exprimido es lo menos malo que puede pasarle en la tesitura actual.
Juzguen Vds el editorial de Luis del Pino y decidan si tiene razón el periodista o la tiene el Presidente socialdemocrata del Gobierno del Reino de España Sr Rajoy
Editorial del programa Sin Complejos del domingo 29/12/2012
Anteayer, día de los Santos Inocentes, Mariano Rajoy hacía balance de su primer año de gobierno. Así que permítanme que dedique este editorial a hacer yo también balance de lo que han sido, pero sobre todo de lo que no han sido, estos doce meses de mayoría absoluta del PP.
A lo largo de este año, Mariano Rajoy se ha concentrado en aplicar una serie de medidas económicas completamente contrarias a la ideología política del Partido Popular y a las promesas que su programa electoral contenía, con el argumento de que la herencia recibida era tan terrible que no le quedaba más remedio que adoptarlas.
Aceptemos la premisa de que la herencia recibida era desastrosa. Pero lo que no es cierto es que Rajoy no tuviera más opción en el terreno económico que incumplir su programa. Al contrario, la herencia recibida era razón de más para efectuar las verdaderas reformas en profundidad que cabía esperar de la ideología y del programa del Partido Popular.
- En lugar de subir el IRPF y el IVA, podía haber ordenado recuperar y racionalizar competencias de las comunidades autónomas, que no sirven para otra cosa que para multiplicar por diecisiete numerosas partidas de gasto y que nos cuestan cada año decenas de miles de M€.
- En lugar de bajar las prestaciones por desempleo, podía haber ordenado la inmediata liquidación de los miles de entes, consejos, observatorios, agencias y fundaciones en las que los políticos empotran a decenas de miles de paniaguados.
- En lugar de meter un hachazo a los pensionistas, podía haber legislado para eliminar todo tipo de subvenciones a partidos, sindicatos y asociaciones empresariales.
- En lugar de subirnos la luz, el gas, el tabaco y la gasolina, podía haber ordenado la inmediata fusión de los más de dos mil ayuntamientos de menos de quinientos habitantes que hay en nuestro país.
- En lugar de endeudarse en nuestro nombre para rescatar a las cajas quebradas por políticos y sindicalistas, podía haber rescatado a los ahorradores a los que esas cajas estafaron con el timo de las participaciones preferentes.
- En lugar de introducir copagos farmacéuticos, podía haber ordenado el cierre de las televisiones públicas que nos cuestan 2000 M€ al año.
- En lugar de recortar en Sanidad o Educación, el gobierno podía haber eliminado el agujero negro de los cursos de formación y el de los insultantes programas de supuesta cooperación internacional.
En definitiva, Mariano Rajoy tenía dos opciones para equilibrar las cuentas: o esquilmar todavía más al sufrido ciudadano para tratar de aumentar los ingresos, o eliminar el despilfarro y la corrupción para tratar de reducir los gastos. Y ha elegido voluntariamente esquilmar aún más al ciudadano, en contra de lo que cabría esperar de la ideología y el programa del Partido Popular. Y encima, esas medidas erróneas están consiguiendo paralizar aún más nuestra economía, aumentar el paro y alejar las perspectivas de recuperación. Si nos mantenemos en pie es simplemente por la respiración asistida que nos presta el Banco Central Europeo.
Pero es que, aun admitiendo que Rajoy no tuviera más opciones en el terreno económico, lo que no es de recibo es que el PP no haya hecho nada con su mayoría absoluta en todo lo que no es directamente Economía. El que la economía esté mejor o peor no impedía que en el resto de los campos el PP tratara de gobernar como su electorado esperaba; sin embargo, el gobierno de Rajoy no ha adoptado ni una sola medida de calado ideológico destinada a desmontar la herencia legislativa que Zapatero dejó.
- Podía haber derogado la Ley del Aborto, o al menos los aspectos más polémicos de la misma, como es el derecho de las menores a abortar sin conocimiento de los padres. No lo ha hecho.
- Podía haber derogado la asignatura de Educación para la Ciudadanía, que se ha convertido en un instrumento de adoctrinamiento en las escuelas y obligó a la objeción de conciencia a miles de padres. No lo ha hecho, y seguimos sin saber qué es exactamente lo que sustituirá a esa piedra angular de la ideología progre.
- Podía haber derogado las leyes de Memoria Histórica, que no solo falsifican la Historia, sino que usan el dinero de nuestros impuestos para financiar a asociaciones y grupos de una muy concreta ideología. No lo ha hecho.
- Podía haber derogado las normas que impiden el saqueo del Archivo de Salamanca por parte del gobierno nacionalista catalán. Pero no lo ha hecho, y los enviados de la Generalidad continúan elaborando listas de documentos que pretenden sacar del archivo, como denunciaba en Sin Complejos un experto hace escasos días.
- Podía haber derogado las infames leyes de género que no solo han introducido en nuestro ordenamiento jurídico una diferencia entre sexos, sino que se han convertido en una fuente de todo tipo de estafas, como denunciaba el ex-juez Serrano en nuestro programa hace algunas semanas. Tampoco las ha derogado.
- Podía haber obligado al gobierno nacionalista catalán a cumplir la Constitución y las sentencias judiciales, y permitir a los padres elegir la lengua de enseñanza de sus hijos. Pero no lo ha hecho.
- Podía al menos haber obligado a dar libertad de elección de lengua a los padres en las comunidades donde el PP gobierna con mayoría absoluta. Pero en Galicia, Valencia o Baleares se sigue incumpliendo la Constitución y las sentencias del Supremo en materia de libertad lingüística.
- Podía haber legislado para declarar ilegales las multas lingüísticas, pero no lo ha hecho.
- Podía haber condicionado el rescate de Cataluña al cierre de la televisión nacionalista, de las embajadas y de la red de centros de normalización. Pero sigue dando el dinero de nuestros impuestos a los nacionalistas sin condición alguna.
- Podía haber ordenado a la Fiscalía General del Estado una investigación a fondo sobre el 11-M, para aclararnos a los españoles quién ordenó asesinar a 192 personas a tres días de unas elecciones generales. Pero no solo no lo ha hecho, sino que continúa entorpeciendo cuanto puede las investigaciones.
- Podía haber ordenado una investigación a fondo sobre el caso Faisán, ese chivatazo a la ETA por el que tanto preguntara el PP estando en la oposición. Pero ha decidido correr sobre él un tupido velo.
- Podía haber instado la ilegalización de los distintos brazos políticos de ETA que Zapatero devolvió a las instituciones. Pero no ha hecho, y los terroristas siguen ocupando instituciones y financiándose a través de ellas.
- Podía haber sacado a la luz toda la información sobre el pacto de Zapatero con ETA, ahora que el PP controla los servicios de información, pero no solo no lo ha hecho, sino que ha continuado con la política de acercamientos y liberaciones de criminales, que ha tenido su exponente más escandaloso en la fraudulenta liberación del asesino Bolinaga.
- Podía haber legislado para garantizar la independencia de la Justicia. Pero no solo no lo ha hecho, sino que pretende perpetuar el control político del Consejo General de Poder Judicial.
En definitiva, si Mariano Rajoy tenía que incumplir su programa en el terreno económico debido a la herencia recibida, podía al menos haber tratado de dar satisfacción a sus electores en el campo ideológico. Pero les ha engañado como a chinos, dando por buenas todas las transformaciones morales, sociales e ideológicas que Zapatero llevó a cabo. Rajoy no ha desmontado absolutamente nada de la obra de Zapatero.
Malo es que Zapatero se dedicara durante ocho largos años a hacer sectarismo ideológico al amparo del Boletín Oficial del Estado. Pero peor todavía es utilizar los votos de los electores del PP para dar por bueno todo lo que Zapatero hizo.
Eso se llama, don Mariano, engañar a los votantes, que hoy tienen todo el derecho a sentir que usted les pidió con malas artes el voto, para luego maltratarles.
Aunque las mentiras, mientras existan redes sociales y medios de comunicación libres, tienen afortunadamente las patas muy cortas.
Esta mañana como muchas otras mañanas de fin de semana y a través de internet conecte con el programa sin complejos de Esradio que dirige Luis del Pino, su editorial me ha llamado la atención por su meticulosidad y su precisión a la hora de enumerar todas y cada una de las ramplonerias que ha hecho el Presidente Rajoy a los españoles, ya sean votantes del PP o no lo sean.
Con un escalpelo dialectico de primer orden Luis del Pino ha recopilado todas las acciones politicas que debería haber acometido el Gobierno de Rajoy y que no ha hecho.
Luis del Pino ha dado un estoconazo en todo lo alto a la palabrería indecente con que Rajoy nos obsequio el otro día en la puesta en escena que hizo para convencernos que su política es la menos mala y que si en vez de estar el en Moncloa hubiera estado el psoe la cosa hubiera sido terrible para los españoles, que su politica de estrujar a los trabajadores españoles a fuerza de tasas e impuestos es la unica posible y que los españoles deberían comprender que asemejarse a un limón exprimido es lo menos malo que puede pasarle en la tesitura actual.
Juzguen Vds el editorial de Luis del Pino y decidan si tiene razón el periodista o la tiene el Presidente socialdemocrata del Gobierno del Reino de España Sr Rajoy
Balance de un año de mentiras
30 de Diciembre de 2012 - 09:03:38 -
Luis del Pino
Editorial del programa Sin Complejos del domingo 29/12/2012
Anteayer, día de los Santos Inocentes, Mariano Rajoy hacía balance de su primer año de gobierno. Así que permítanme que dedique este editorial a hacer yo también balance de lo que han sido, pero sobre todo de lo que no han sido, estos doce meses de mayoría absoluta del PP.
A lo largo de este año, Mariano Rajoy se ha concentrado en aplicar una serie de medidas económicas completamente contrarias a la ideología política del Partido Popular y a las promesas que su programa electoral contenía, con el argumento de que la herencia recibida era tan terrible que no le quedaba más remedio que adoptarlas.
Aceptemos la premisa de que la herencia recibida era desastrosa. Pero lo que no es cierto es que Rajoy no tuviera más opción en el terreno económico que incumplir su programa. Al contrario, la herencia recibida era razón de más para efectuar las verdaderas reformas en profundidad que cabía esperar de la ideología y del programa del Partido Popular.
- En lugar de subir el IRPF y el IVA, podía haber ordenado recuperar y racionalizar competencias de las comunidades autónomas, que no sirven para otra cosa que para multiplicar por diecisiete numerosas partidas de gasto y que nos cuestan cada año decenas de miles de M€.
- En lugar de bajar las prestaciones por desempleo, podía haber ordenado la inmediata liquidación de los miles de entes, consejos, observatorios, agencias y fundaciones en las que los políticos empotran a decenas de miles de paniaguados.
- En lugar de meter un hachazo a los pensionistas, podía haber legislado para eliminar todo tipo de subvenciones a partidos, sindicatos y asociaciones empresariales.
- En lugar de subirnos la luz, el gas, el tabaco y la gasolina, podía haber ordenado la inmediata fusión de los más de dos mil ayuntamientos de menos de quinientos habitantes que hay en nuestro país.
- En lugar de endeudarse en nuestro nombre para rescatar a las cajas quebradas por políticos y sindicalistas, podía haber rescatado a los ahorradores a los que esas cajas estafaron con el timo de las participaciones preferentes.
- En lugar de introducir copagos farmacéuticos, podía haber ordenado el cierre de las televisiones públicas que nos cuestan 2000 M€ al año.
- En lugar de recortar en Sanidad o Educación, el gobierno podía haber eliminado el agujero negro de los cursos de formación y el de los insultantes programas de supuesta cooperación internacional.
En definitiva, Mariano Rajoy tenía dos opciones para equilibrar las cuentas: o esquilmar todavía más al sufrido ciudadano para tratar de aumentar los ingresos, o eliminar el despilfarro y la corrupción para tratar de reducir los gastos. Y ha elegido voluntariamente esquilmar aún más al ciudadano, en contra de lo que cabría esperar de la ideología y el programa del Partido Popular. Y encima, esas medidas erróneas están consiguiendo paralizar aún más nuestra economía, aumentar el paro y alejar las perspectivas de recuperación. Si nos mantenemos en pie es simplemente por la respiración asistida que nos presta el Banco Central Europeo.
Pero es que, aun admitiendo que Rajoy no tuviera más opciones en el terreno económico, lo que no es de recibo es que el PP no haya hecho nada con su mayoría absoluta en todo lo que no es directamente Economía. El que la economía esté mejor o peor no impedía que en el resto de los campos el PP tratara de gobernar como su electorado esperaba; sin embargo, el gobierno de Rajoy no ha adoptado ni una sola medida de calado ideológico destinada a desmontar la herencia legislativa que Zapatero dejó.
- Podía haber derogado la Ley del Aborto, o al menos los aspectos más polémicos de la misma, como es el derecho de las menores a abortar sin conocimiento de los padres. No lo ha hecho.
- Podía haber derogado la asignatura de Educación para la Ciudadanía, que se ha convertido en un instrumento de adoctrinamiento en las escuelas y obligó a la objeción de conciencia a miles de padres. No lo ha hecho, y seguimos sin saber qué es exactamente lo que sustituirá a esa piedra angular de la ideología progre.
- Podía haber derogado las leyes de Memoria Histórica, que no solo falsifican la Historia, sino que usan el dinero de nuestros impuestos para financiar a asociaciones y grupos de una muy concreta ideología. No lo ha hecho.
- Podía haber derogado las normas que impiden el saqueo del Archivo de Salamanca por parte del gobierno nacionalista catalán. Pero no lo ha hecho, y los enviados de la Generalidad continúan elaborando listas de documentos que pretenden sacar del archivo, como denunciaba en Sin Complejos un experto hace escasos días.
- Podía haber derogado las infames leyes de género que no solo han introducido en nuestro ordenamiento jurídico una diferencia entre sexos, sino que se han convertido en una fuente de todo tipo de estafas, como denunciaba el ex-juez Serrano en nuestro programa hace algunas semanas. Tampoco las ha derogado.
- Podía haber obligado al gobierno nacionalista catalán a cumplir la Constitución y las sentencias judiciales, y permitir a los padres elegir la lengua de enseñanza de sus hijos. Pero no lo ha hecho.
- Podía al menos haber obligado a dar libertad de elección de lengua a los padres en las comunidades donde el PP gobierna con mayoría absoluta. Pero en Galicia, Valencia o Baleares se sigue incumpliendo la Constitución y las sentencias del Supremo en materia de libertad lingüística.
- Podía haber legislado para declarar ilegales las multas lingüísticas, pero no lo ha hecho.
- Podía haber condicionado el rescate de Cataluña al cierre de la televisión nacionalista, de las embajadas y de la red de centros de normalización. Pero sigue dando el dinero de nuestros impuestos a los nacionalistas sin condición alguna.
- Podía haber ordenado a la Fiscalía General del Estado una investigación a fondo sobre el 11-M, para aclararnos a los españoles quién ordenó asesinar a 192 personas a tres días de unas elecciones generales. Pero no solo no lo ha hecho, sino que continúa entorpeciendo cuanto puede las investigaciones.
- Podía haber ordenado una investigación a fondo sobre el caso Faisán, ese chivatazo a la ETA por el que tanto preguntara el PP estando en la oposición. Pero ha decidido correr sobre él un tupido velo.
- Podía haber instado la ilegalización de los distintos brazos políticos de ETA que Zapatero devolvió a las instituciones. Pero no ha hecho, y los terroristas siguen ocupando instituciones y financiándose a través de ellas.
- Podía haber sacado a la luz toda la información sobre el pacto de Zapatero con ETA, ahora que el PP controla los servicios de información, pero no solo no lo ha hecho, sino que ha continuado con la política de acercamientos y liberaciones de criminales, que ha tenido su exponente más escandaloso en la fraudulenta liberación del asesino Bolinaga.
- Podía haber legislado para garantizar la independencia de la Justicia. Pero no solo no lo ha hecho, sino que pretende perpetuar el control político del Consejo General de Poder Judicial.
En definitiva, si Mariano Rajoy tenía que incumplir su programa en el terreno económico debido a la herencia recibida, podía al menos haber tratado de dar satisfacción a sus electores en el campo ideológico. Pero les ha engañado como a chinos, dando por buenas todas las transformaciones morales, sociales e ideológicas que Zapatero llevó a cabo. Rajoy no ha desmontado absolutamente nada de la obra de Zapatero.
Malo es que Zapatero se dedicara durante ocho largos años a hacer sectarismo ideológico al amparo del Boletín Oficial del Estado. Pero peor todavía es utilizar los votos de los electores del PP para dar por bueno todo lo que Zapatero hizo.
Eso se llama, don Mariano, engañar a los votantes, que hoy tienen todo el derecho a sentir que usted les pidió con malas artes el voto, para luego maltratarles.
Aunque las mentiras, mientras existan redes sociales y medios de comunicación libres, tienen afortunadamente las patas muy cortas.
Mariano Rajoy, tan generoso con los nacionalistas y terroristas de ETA, tan dispuesto a complacer con el dialogo y el consenso. A todos, menos a sus votantes, como si le hubiesemos votado por su cara bonita y no en razón a unas promesas electorales de las cuales no ha cumplido ni una.
ResponderEliminarRajoy ha destrozado las esperanzas puestas en el, en eso ha sido peor que ZP, yo espero que los votantes de la derecha recuerden lo que no esta haciendo este tio y no lo vuelvan a votar.
ResponderEliminarLo malo es que los españoles olvidan pronto, y con el cuento de que llega la izquierda volverán a votar a este sinvergüenza sin recordar que este personaje es la continuación de la política socialista...eso si antes España no se va por el agujero nacionalista, que todo indica que lo hara
Lo jodido de esto, es que las hemos aceptado como una cosa muy normal. La verdad es que tenemos lo que nos merecemos.
ResponderEliminarFelicidades y un abrazo.
Tienes toda la razon y esa va a ser nuestra ruina
ResponderEliminarComo ya lo fue en el pasado
Feliz año