miércoles, 24 de octubre de 2018

 Buenos dias
Deberian Vds leer detenidamente este articulo de El Correo de Madrid que firma el periodista Javier Garcia Isac y que, bajo mi punto de vista no tiene desperdicio.
Isac mira con ojo critico toda la actividad antisocial que esta llevando a cabo el social-comunismo y llega a una ligica consecuencia, todas las barbaridades que estan haciendo los rojos en España están conectados, son parte de un solo plan que tiene como objetivo social y político la implantación de ese hombre nuevo al que asesino Stalin cuando no lo encontró.
España poco a poco ha perdido pie, la realidad ha sido sustituida por la publicidad que finalmente ha corrompido la forma como el españolito de a pie ve lo que le rodea.
 https://www.elcorreodemadrid.com/opinion/690647946/Editorial-Una-Hora-en-Libertad-.html
El que una cosa sea legal, no significa que esté bien. La izquierda lleva años en busca de la transformación de la sociedad en un proyecto ambicioso que persigue la anulación de las identidades y un falso igualitarismo que pone en riesgo nuestra libertad individual. Nada de lo realizado hasta el momento es por casualidad. Desde el diseño de las ciudades, haciéndolas antipáticas e incomodas sobre todo para nuestros mayores, pasando por el control de los medios de comunicación para convertirlos en centros de adoctrinamiento político de masas, siguiendo por el cambio de modelo educativo para ajustar la formación desde el inicio a sus intereses ideológicos y continuando con un exceso de legislación que todo lo regule.
Entre los últimos proyectos que la izquierda pretende poner en marcha, está el de decidir la música que debe ser escuchada en los medios de comunicación públicos que pagamos entre todos. La izquierda pretende apoderarse de todos los espacios culturales y la música es prioritaria en su proyecto de transformación de la sociedad. En concreto se nos habla de recuperar la programación musical en los medios públicos. Si a esto le añadimos la pretensión de que determinados delitos del código penal desaparezcan o su pena sea sensiblemente rebajada, como las injurias a la corona o el enaltecimiento del terrorismo, podemos entender el tipo de música que desean emitir.
En este macro proyecto de fundar una sociedad nueva, es necesario la llegada de una inmigración masiva, descontrolada y con nula intención de integrarse. No vale cualquier tipo de inmigración, tiene que ser la que se ajuste a lo que ellos consideran multiculturalismo, que aporte “valores, cultura y civilización” que nada tenga que ver con la nuestra, con un concepto de patria diluido y un sentimiento religioso contrario a la civilización occidental y principios cristianos, que serian los conceptos llamados a exterminar, la identidad a borrar. Políticas antinatalistas, apoyo sin fisuras al aborto a la vez que se hace un efecto llamada a “culturas” que triplican nuestro número de hijos en lo que podemos considerar una política de sustitución calculada sobre la población autóctona. Es una forma dulce y silenciosa de exterminio y de desaparición y transformación de la sociedad. Ya no es necesario aplicar los expeditivos métodos llevados
a cabo en la China de Mao o en la Camboya de Pol Pot y su Jemeres Rojos.
Efectivamente nada es por casualidad, nada es baladí. El revisionismo histórico, el adoctrinamiento en las escuelas, el control de los espacios públicos, la legislación que pretende regular las relaciones familiares, las relaciones entre padres e hijos, llegando incluso a fomentar el que hijos denuncien a sus padres, si los hijos consideran que están siendo maltratados, pretendiendo sustituir el papel de los padres por el estado. El tensionar la sociedad, el dividirnos entre hombres y mujeres, entre buenos y malos, crear la verdad por decreto y castigar al disidente al inconformista, silenciar y domesticar la protesta son solo algunas de las líneas maestras puestas en práctica por la izquierda de este país. Es posible que vivamos la mayor época de ausencia de libertad individual nunca antes conocido. Bajo una apariencia de libertad, vivimos en una autocensura permanente, en un control absoluto de todo lo que se mueve.
Siendo esto grave, lo más preocupante es la ausencia de respuesta de una sociedad anestesiada y que parece aceptar con gusto su propia desaparición. El sentido común ha muerto y es sustituido por la normativa y la legislación que todo lo regulan, la libertad individual esta mermada y ya ni siquiera está presente en el ámbito de lo privado. Si antes te decían lo que tenias que votar, a quien votar y cómo hacerlo, ahora te dicen cómo educar a tus hijos, como deben ser tus relaciones personales e incluso la
música que debes escuchar, y por supuesto la verdad que debes creer si no deseas ser multado o apartado de la sociedad nueva que están creando para ti. El marxismo cultural ha triunfado y está entre nosotros en forma de pequeños burgueses, de elites que deciden y hablan por nosotros. 
Javier Garcia Isac/director radioya.