“El pecado de la ‘derecha’ está amasado en la traición, la ingratitud y la estupidez”
Asi, de esta forma enérgica y clara comienza una carta abierta un Coronel de artillería en la reserva su diatriba contra los funestos políticos que han destrozado España, carta sentida y apoyada por todo español que como tal piense y se sienta, carta dolorida en la que un español con un impecable uniforme de Coronel del ejercito español dice lo que pensamos millones de españoles, de como una débil, acomplejada y destructiva derecha política ha destruido España y ha malbaratado una mayoría absoluta que debía haber servido para encarrilar los destinos de la Nación y regenerar la vida política y social de España que sin embargo esta sirviendo para terminar el sucio trabajo de los anteriores gobiernos.
Carta que debe ser leída y meditada por cuanto español serio exista, carta que debe llamar a la reflexión porque en ella se nos dice el torcido camino que llevamos y se nos explica a traves de unas reflexiones llenas de sentido común , de serio sentido Nacional, el futuro que nos han preparado esta banda de canallas a los que llamamos representantes de la voluntad popular, verdaderos truhanes que han destrozado España y la han convertido en el vertedero de Europa,en la basura de Occidente, basura mugrienta y apestosa en la que hozan con verdadero placer esta banda de asquerosos que tras tomar al asalto la democracia española la han convertido en un lodazal repugnante .
Coronel Flores Thies: “El pecado de la ‘derecha’ está amasado en la traición, la ingratitud y la estupidez”
Jesús Flores Thies/Coronel de Artillería.- Si siguiéramos las instrucciones de alguien que quisiera hacer un retrato robot de la sociedad española, ahora denominada “ciudadanía” (es decir, “españoles”, que es hoy denominación obsoleta), siguiendo las directrices de la llamada “derecha”, veríamos un pastiche muy parecido a esos monstruitos de cuerpo deforme, como los que aparecen en algunas películas de Ciencia Ficción.Veríamos en el dibujo un cuerpo con una fea mano izquierda poseedora de seis o más dedos, en el extremo de un robusto y peludo brazo; y un vacío, no ya en la zona correspondiente a una posible mano derecha, sino es que por no tener no tiene ahí ni remedo de brazo, sólo un artístico muñón. Pero ¡oh sorpresa!, tiene una manita deforme que sale de un raquítico brazo del centro del pecho, a la altura del corazón, víscera que ha buscado otro asentamiento, posiblemente en los pies (si el retrato robot lo hiciéramos siguiendo las instrucciones de la “izquierda”, nos dirían que la “ciudadanía” tiene el corazón en la entrepierna). El resultado definitivo, el dibujo robot sería una imagen albina, sin raza definida, amorfa. Una joya para un guionista de película de terror.
En definitiva, y para no liarnos más, además de otras muchas carencias, esta “ciudadanía es manca”. Y es que, eso que llamaban antes la “derecha española·, se ha convertido hoy en la entidad más indefinida, desde aquellos ya lejanos tiempos en que se dividió a las sociedades occidentales en “derecha” e “izquierda”. Ha conseguido conservar, aumentados, los peores vicios de la derecha llamada tradicional, y le ha faltado poco para hacer desaparecer sus virtudes de antaño. Y esta derecha deforme carece, lógicamente, de líderes porque, aunque nos dicen que tiene mejor “banquillo” que el PSOE, ante la calidad del “comparado”, esta circunstancia carece de mérito. Como la esperanza es lo único que se pierde, el triunfo del PP ha hecho respirar a millones de españoles, más por necesidad de airear los viciados pulmones, que por ser un auténtica y esperanzadora realidad. Y observamos que los hábitos de esa presunta derecha, al ocupar el puesto de mando que antes tenían los socialistas, comete los mismos errores (¿errores?). En este caso nos referimos al mantenimiento de personas, estructuras, leyes y actividades que pudo, quiso y organizó el PSOE.
En cuanto el PSOE ocupa el mando, en dos patadas quita las anteriores leyes para la educación y mete las suyas; echa abajo en dos días el Plan Hidráulico Nacional; o en cuestión de horas da la orden de “maricón el último” para abandonar Irak en menos de lo que canta el gallo de las traiciones; organiza mejor el matadero de no nacidos, que ya trabajaba a destajo con la presunta derecha; barre, como un camarero hace con las migas del velador de mármol, el personal adversario en altos puestos ministeriales; organiza la diabólica “Ley de la Memoria Histórica”…
Y cómo, aunque retirados, seguimos siendo militares, recordemos el nombramiento de un ministro de Defensa sacándolo de la Subsecretaría de esa Defensa durante el anterior mandato socialista (el actual ministro es una hijuela de aquel otro ministro itinerante de partido a partido); la puesta en marcha de una decisión de una anterior ministra de Cultura socialista sobre el Museo del Ejército, con las terribles (terribles…, ni una letra menos) consecuencias…
Y aunque ha quitado al insoportable general Rodríguez del mando del JEMAD, todavía vemos al trío de JEMEs, responsables entre otras cosas, de la destrucción y envilecimiento de nuestro Patrimonio y de nuestra Historia militar. Y sin apenas haber tenido tiempo de estudiarlo, ni siquiera por encima, el nuevo ministro de Defensa echa un canto elogioso al sistema de enseñanza de la Academia General Militar, es decir, que aquellos vicios que se detectaron al ponerse en marcha los nuevos planes, se mantendrán. No hemos visto en las publicaciones oficiales de Defensa, como “Ejército”, “La Revista General” o “Tierra” un mínimo cambio en su actitud frente a la Historia reciente de España y el Ejército, las mismas omisiones, los mismos olvidos, las mismas cobardías, la misma desinformación…, y se conservan blindadas las mismas normas que dieron los anteriores amos. Pero el Ejército no es una organización que al PP le interese, le quite el sueño o tema que le plante cara, es el Ministerio más cómodo en España y en el mundo conocido, así que ¿cuál va a ser la razón para tener que perder el tiempo con un viejo león silencioso, mudo, ciego y rijoso?
La “derecha” tiene un pecado original que se empezó a gestar en los primeros momentos de la Transición (con algunos capítulos escritos antes de la muerte de Franco), pecado amasado en la traición, la ingratitud y la estupidez. Con esa idea ingenua e inocentona, dentro de la maldad que encierra, de querer ocupar los espacios lógicos de los otros (nacionalismos, bilingüismos, aborto, ayuda a “gays”, espectáculos blasfemos subvencionados….), un día, el señor Aznar se saca del bolsillo la condena a eso que llama el “franquismo”, sin que ninguno de sus barones, pajes o esclavos se oponga en un sorprendente alarde de indignidad. Resulta desolador ver el panorama de esa casta política, como Fraga, Martín Villa, Samaranch, Fernando Suárez y otras muchas docenas de altos cargos que lo fueron con el gobierno de Franco, incapaces, no ya de oponerse al soberbio Aznar para tal condena, sino que no dimitieran en bloque porque ellos también estarían condenados, tan condenados como el rey que va a firmar pocos años después la infame “Ley de Memoria Histórica”. Y no quiero volver a hablar de aquellos generales que, habiendo servido a la “nefasta dictadura” (palabras de Aznar), bajaron la cabeza y tragaron.
No queremos ponernos pesados. Cuando uno de los Gil Robles fue nombrado presidente del Consejo Europeo, en su discurso dijo algo así como que “por fin España había salido de cuarenta años de piedra”. Sentados en sus escaños estaban, entre otros, dos “pedruscos”, Fernando Suárez y Marcelino Oreja, que enmudecieron y se tragaron el insulto del jefe. Y son los políticos del PP los que poyan los honores dados al criminal de Paracuellos, a las Brigadas Internacionales o piden generosidad hacia los bandoleros del “maquis” reclamando una pensión para ellos o para sus familias. Un diputado vasco pregunta a la Vicepresidenta que cuál va a ser la política del PP con respecto al Valle de los Caídos, para lo cual, primero le pone las trampas para que ella caiga como una pardilla: que si Franco no murió en la guerra, que Hitler o Mussolini…., no tienen mausoleo, etc. Doña Soraya sale del trance diciendo algo que a muchos nos ha puesto la carne de gallina, porque la dama se ha quejado de que el PSOE, “que podía haber solucionado el “problema” en su legislatura”, se lo ha dejado a ellos. Y asegura que el Gobierno seguirá las recomendaciones de los “expertos”, y que lo que haya que hacer se hará por consenso para la reconciliación…
Una vez más, el PP deja que sean las decisiones del PSOE, durante su extinguido mandato, lo que prime. La esperanza es lo último que se pierde y pensábamos que el nuevo gobierno, actuando con una presunta inteligencia, decidiría de una vez, restaurar y reparar los daños causados por la perfidia socialista; que reabriría de par en par el Valle; que se volverían a abrir todos los servicios, y que el Valle pasaría de una vez al Patrimonio del Estado sin dependencia política de nadie. Y el Valle volvería a ser el monumento más visitado de España, capaz de autofinanciarse con el cobro de la entrada. Todo esto es de una lógica tan aplastante que, no hacerlo, es querer que el monumento muera en una agonía más o menos larga. Y es que, por mucho que digan lo contrario, el PP baila en muchas pistas al son que le marca el PSOE.Y esa derecha, que no quiere ser derecha quizá porque no es derecha ni es nada que valga la pena en la rosa de los vientos políticos, que quiere estar en el centro, como los desagües de los sumideros, cometió un pecado original rechazando casi cuarenta años de la Historia de España.