Buenos días
Los miembros de la asociación de defensa de la División Azul me han pedido que cuelgue en este su blog un manifiesto en defensa del honor de la División Azul, en apoyo de sus ideales y en reconocimiento de su magnifico gesto
Cosa que hago gustosamente
MANIFIESTO EN
HONOR DE LOS CAÍDOS DE LA
DIVISIÓN AZUL
Los firmantes de
este Manifiesto expresamos públicamente nuestro reconocimiento y
respeto a la
memoria de todos
aquellos españoles que
en el cumplimiento del deber
y en la defensa de unos ideales que asumieron en el ejercicio de su legítima
libertad, llevaron la coherencia de su compromiso hasta el máximo sacrificio dando su
vida. Entre estos hombres, de toda época e ideología, se encuentran aquellos que
cayeron en el campo de batalla perteneciendo a la División Española de
Voluntarios, conocida popularmente como División Azul, formada con ocasión de la
situación internacional surgida de la II Guerra Mundial.
Este Manifiesto
resultaría carente de
sentido en una
sociedad democrática avanzada donde
los responsables políticos y los representantes de los ciudadanos tuvieran el mismo
nivel de madurez que la sociedad a la que pertenecen, dejando el juicio de los
hechos históricos y a sus protagonistas al margen de cuestiones de espurio rédito
político, mediocre oportunidad
electoralista o trasnochado
revanchismo. Pero en
la actual situación política de España, la realidad es muy distinta.
El 22 de
diciembre de 2015, el Pleno del Ayuntamiento de Madrid, con 36 votos a favor de los
concejales de Ahora Madrid (20), Socialista (9) y Ciudadanos (7) y 19 votos en contra
del Partido Popular, aprobó la Proposición nº 2015/8001138, presentada por la
concejala Purificación Causapié del
Grupo Socialista proponiendo que, en un plazo
de cuatro meses, se modifique en el nomenclátor de calles y plazas de Madrid, para
eliminar en el callejero, entre otras, la calle que lleva por nombre:
CAIDOS DE LA
DIVISIÓN AZUL.
Los firmantes de
este manifiesto se oponen públicamente a la decisión adoptada y expresan el
absoluto reproche jurídico, histórico y ético a la misma sobre la base de las siguientes
CONSIDERACIONES:
De orden
jurídico: La decisión
adoptada se justifica
por estar incluida
en el “Plan Integral
de la Memoria
de Madrid”, que
aplica los preceptos
de la Ley 52/2007.
Sin embargo,
siendo el objeto de esa Ley (artículo 1), el reconocimiento y ampliación de
derechos personales y/o familiares de los que fueron víctimas de persecución o
violencia durante la Guerra Civil, y del régimen político que surgió de ella, y la
adopción de medidas
complementarias destinadas a
suprimir elementos de división entre
los ciudadanos; los firmantes de este MANIFIESTO:
DENUNCIAMOS dicha
motivación como falaz, pues ninguno de los preceptos
establecidos en la Ley 52/2007, conocida equívocamente como de Memoria Histórica,
justifica, ni mucho menos autoriza la
retirada de una calle dedicada a unos españoles
que murieron luchando en un conflicto bélico contra la entonces URSS. La ausencia
de apoyo normativo se basa en los siguientes hechos:
El único ejército contra el que combatió la
División Azul fue contra el autodenominado
Ejército Rojo, contendiente éste que no existe en la actualidad ni tampoco
el Estado ni el régimen al que servían, siendo por tanto imposible que el
mantenimiento en una calle de nombre División Azul, pueda constituir
un obstáculo para “suprimir elementos de división en-
tre los
ciudadanos” como defiende la citada Ley.
Caído
significa: Persona muerta en
defensa de una causa (RAE). Por tanto, el mantenimiento de dicho término en el nombre de una calle no es susceptible de
impedir “el reconocimiento y ampliación de derechos personales y/o
familiares” como defiende la citada Ley.
La
“División Azul” es
un término utilizado
desde su creación
hasta la época actual de
forma unánime por todos los historiadores y en su momento fue el
utilizado por los contendientes de todos los bandos.
De orden
histórico y militar: La campaña llevada a cabo por la División Azul es considerada
por los historiadores, como la mayor gesta militar española del siglo XX y la
unidad es la de más extensa bibliografía, por admirada, de todas las que intervinieron en
esa Guerra. Se enfrentó al enemigo más
formidable, en términos militares, de
todos los tiempos, tanto por la ingente cantidad de recursos del Ejército Rojo, como
por la inmensidad del territorio y la extrema climatología que tuvieron que
soportar nuestros soldados.
La Historia puede haber
demostrado que el
aliado alemán no
era justo, pero nuestros soldados
juraron fidelidad al mando
para luchar solo contra
el bolchevismo, y la
Historia ha demostrado de manera categórica que el enemigo era el correcto, el
comunismo de Stalin que acabaría con la vida de 20 millones de personas.
Cuando
Inglaterra, Francia y EEUU lucharon contra Hitler, ¿estaban propiciando los crímenes
de Stalin? O cuando EEUU suministró ingente material bélico a la URSS, ¿estaba
avalando el asesinato deliberado por hambre de millones de ucranianos, kazajos y
caucásicos por la Nueva Política Económica de Lenin y llevada a sus máximas
consecuencias por Stalin?
En la División
Azul formaron militares de todos los regimientos existentes entonces en España,
de los que los
actuales son herederos directos, desde el Regimiento Inmemorial
(con más de 30 caídos), Fuerzas de Regulares (130 caídos) o La Legión (150
caídos).
La decisión de
emplear unidades militares es de los gobiernos, y los Estados sobre todo en el ámbito
internacional, asumen sus decisiones pasadas y son herederos de la
Historia. También ahora se organizan fuerzas expedicionarias (formadas también por
voluntarios) a Bosnia, Iraq, etc… sin que presuponga a los componentes de las
citadas fuerzas ninguna adscripción ideológica, y teniendo en común todos ellos, lo que
reza la canción con la que los militares despiden a sus muertos:
Fueron grandes y
fuertes, porque fueron
Fieles al
juramento que empeñaron
Por eso como
héroes lucharon
Por eso como
mártires murieron
Por tanto, y
puesto que el nombre de la calle que ahora se pretende suprimir lo
es de una unidad
histórica militar española; los firmantes de este Manifiesto:
DENUNCIAMOS que
los políticos no tienen ningún derecho a enjuiciar la Historia pues no
está dentro de sus competencias. Todo intento de suprimir de la memoria colectiva
los hechos históricos y a sus protagonistas, no solamente resulta estéril, sino que
resulta contrario a la libertad de pensamiento, y supone considerar a los
ciudadanos unos incapacitados que necesitan de tutores en los que se erigen los políticos por su propia decisión mayoritaria,
y a los que resulta obligado recordarles lo
que también dice la Ley 52/2007, que sustenta su injusta decisión:
“No es tarea del
legislador implantar una determinada memoria colectiva”.
De orden ético: la decisión de otorgar el
nombre de una calle como el de su supupresión tiene carácter discrecional, pero
resulta evidente que la decisión de retirada únicamente puede tener como finalidad la
de negar al nombrado el derecho a su recuerdo. ¿Qué conducta puede motivar que
los que dieron su vida por una causa se conviertan de la noche a la mañana en
“innombrables”?
Por
tanto, al no concurrir razones de necesidad jurídica o histórica que obliguen a la pretendida decisión; los firmantes de
este Manifiesto:
DENUNCIAMOS que únicamente al sectarismo
político responde la decisión adoptada por el Pleno del Ayuntamiento
de Madrid. La retirada de menciones, honores, recuerdos o reseñas a hechos
históricos o personajes del pasado, no solamente es un acto que denota revanchismo
e impotencia, sino que sobre todo evidencia una grave miopía histórica.
Ninguna nación orgullosa de serlo permite arrinconar en un depósito municipal el
recuerdo de sus caídos.
En el año 2014, el Embajador de Rusia en
España, participó en el acto de homenaje a los pilotos rusos muertos en combate
y sepultados en Santa Cruz de la Zarza (Toledo) durante nuestra Guerra Civil, y
allí, dio un ejemplo de generosidad, manifestando que en Rusia ya han rehabilitado a
los combatientes del Ejército Blanco en su guerra civil. Además, es conocida la
ejemplar colaboración generosa, emotiva y ejemplar de las autoridades y poblaciones
rusas sobre la recuperación de los restos de los caídos de sus antiguos enemigos
durante la II Guerra Mundial.
Sin embargo, debemos lamentar que no sea
ésta la actitud de nuestros representantes públicos a los que nuevamente
resulta obligado recordarles la lectura de la exposición de motivos de la Ley que
torticeramente invocan y con la que pretenden ocultar la Historia:
Es la hora, así, de que la democracia
española y las generaciones vivas que hoy disfrutan de ella honren y recuperen para
siempre a todos los que directamente padecieron las injusticias y agravios
producidos, por unos u otros motivos políticos o ideológicos o de creencias religiosas, en
aquellos dolorosos períodos de nuestra historia. Desde luego, a quienes perdieron la
vida.